A lo
largo de nuestras vidas se nos presentan situaciones difíciles de superar y en
ocasiones, nos cuesta levantarnos al habernos caído, pero siempre, tenemos el
apoyo de algún ser querido que nos permite seguir adelante.
Nos
podemos sentir fuera de lugar cuando perdemos a una persona importante en
nuestras vidas, o cuando nuestros padres se separan, o cuando por algún motivo,
nos hundimos y entramos en depresión. En esos momentos, parece que el mundo nos
quiere comer, y que no somos lo suficientemente fuertes como para volver al
camino adecuado.
Hay
personas que forman un montaña de arena que les va aplastando por uno problema
sin mucha importancia. Mientras que otros, la sonrisa de tus rostros no se las
ha llevado el viento por mucha dificultad que presenten sus obstáculos. En mi
opinión, la mayoría de nosotros somos
capaces de repararnos, ya que intentamos buscar la tranquilidad y felicidad
aunque luchemos día a día por ella, porque sentimos, sufrimos y amamos y
sabemos lo que duele y lo que causa angustia, y también, lo que nos permite
mostrarnos sonrientes.
Cada
unos de nosotros tiene un lugar donde repararse. Son aquellas zonas donde el
corazón actúa y no deja influenciarse por la razón, es decir, un sitio, donde
te sientes a gusto, cómodo para afrontar cualquier idea negativa y ser feliz
sin que los pensamientos de la cabeza hagan efecto sobre lo que dicte el
corazón. ¿Es verdad que todos los
problemas pueden repararse? Si, claro que si, todos y cada uno de ellos, pero
depende del individuo. Existen personajes que necesitan mayor apoyo, ayudas,
etc para afrontar los altibajos. Otros, en cambio, se empeñan en que solos,
pueden superarlos, y a base de voluntad y valentía lo consiguen. Hay un grupo minoritario que se dejan llevar
por el destino, lo que les depare la vida y generalmente, se equivocan de camino y no logran levantarse
del golpe.
Como ya
he dicho anteriormente, en algún momento nos hemos roto. Con el poco tiempo que
llevo de vida, ya que 16 años se pasan volando y solo he acumulado pocas
experiencias, no puedo decir que haya sufrido grandes golpes, pero si uno que
marcó mi vida hace pocos meses, como fue la muerte de mi primo. Saqué las pocas
fuerzas que tenía del corazón y apoye a mis familiares en todo momento, porque
por más que expresase mi tristeza, lo ocurrido no iba a cambiar.
Siempre
he pensado que el corazón manda antes que la razón, y por eso, cuando me siento
perdido, me aíslo e intento escuchar lo que éste mande y pida a gritos, ya que
si hacemos caso a los impulsos podríamos salir mal parados. Con mal parados,
quiero referirme a elegir vías y escapatorias fáciles para huir de los
problemas, sin tener en cuenta las consecuencias.
Aquí
les dejo la canción de Fix you: y tú, ¿te has sentido alguna vez extraño en
este mundo y te has roto?
Paola y Laura
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